En ocasiones sentimos que no hay solución a ningún problema que se nos presente. Pues bien; para mí hay solución para todo. He aprendido a ver las cosas de un modo más sencillo, más, como una niña. Así los problemas no parecen tan grandes y como la niña que soy, aprendo cuando me equivoco. Porque solo hay que estrujarse un poco los sesos y todo sale, prácticamente fluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario