1.12.10

Tren hacía cualquier sitio.

Cojamos un tren sin destino, decidamos a "pito pito gorgorito" en que parada bajar. Coge una cámara, quiero que esto nunca se me olvide, quiero que mis hijos sepan que nunca fui prisionera de mi rutina que jamás me até a nada y vagué por el mundo a mi suerte. Que fui feliz y nunca me arrepentí de nada de lo que hice. ¡Vamos! No perdamos tiempo quiero correr, gritar, llorar, reír, descubrir que es todo esto que me rodea. No tengas miedo yo estaré contigo, no soltaré tu mano te lo prometo. Ven. Acompáñame a ver mundo. Inventemos nuestro destino, dejemos que nuestros pies caminen solos, que el viento estremezca cada rincón de nuestro ser. Permitamos a nuestro cuerpo sentir la hierba húmeda o mejor aún, subamos a la Luna. Cierra los ojos y volemos a cualquier lugar ¿No es maravilloso? Dejemos que nuestros sentidos disfruten. Podemos ver los pájaros volar, oír su cantar, podemos saborear los más exóticos frutos. Créeme, sé a ciencia cierta que seremos capaces. Hagamos que nos recuerden por las cosas que hicimos, no por las que dejamos de hacer. No crezcamos nunca, acompáñame al país de Nunca Jamás y seamos siempre niños. Date prisa o perderemos el tren hacia la libertad. No hay muros a nuestro alrededor. ¿Lo sientes? Soy inmensamente feliz y quiero que tú también lo seas. Nada podrá estropear nuestro viaje ¡Ven! Nada nos impide ser libres.
Vamos. Sígueme y te enseñaré a vivir. 

1 comentario:

  1. Me siento increíblemente liberada después de escribir algo así. Me hace sentir que puedo hacer CUALQUIER cosa que me proponga. Que no tengo límites. Espero que les haga sentir lo mismo.
    Gema.

    ResponderEliminar


Cuando los árboles no dejan ver el bosque