17.12.10

Destino, Dios, Alá.

Sin miedo a vivir, a vivir mi vida. Aceptaré lo que me venga, bueno o malo, porque es lo que me corresponde. Dicen que todos debemos creer en algo ¿Me tomarán por loca al decir que yo creo en todo? Es así. Supongo que habrá algo allí arriba o abajo; quién sabe, tal vez aquí en la Tierra, que decida que pasará y vele por nosotros. A mí me gusta llamarlo destino aunque otros lo llaman Dios, otros Alá, Visnu, etc. Tal vez otros crean que hay un dios para cada cosa. Puede que se equivoquen, o no. No soy nadie para juzgar las creencias de las personas, es más, cada uno cree en lo que de verdad le convence. Pues bien, yo creo en el destino. Sin embargo dicen que nada está escrito y que cada uno elige sus propio destino. Entonces ¿El destino somos nosotros? ¿Cada persona es una especie de dios que elige su camino? Y si es así, ¿acaso somos consientes del poder que tenemos sobre nosotros mismos? Pero cuidado, no de los demás, ya que cada uno controla su destino pero el de nadie más. Jamás podremos doblegar a un espíritu libre, que toma sus propias decisiones y elige su destino. Repito, jamás. Así que por favor Mundo deja de intentarlo conmigo, no conseguirás nada. Controlaré mi vida pero no la de los demás, así que en realidad no controlaré lo que me venga; solo lo aceptaré. Porque algo divino lo ha decidido y no soy nadie para contradecir al destino. Mi destino tropezará con el de los demás, y encantada me levantaré y seguiré andando.

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