Despertar #1

Era consciente. No tenía fuerzas para abrir los ojos, pero se sentía bien. Todo a su alrededor le transmitía una paz increíble. Poco a poco se desperezó pero no abrió los ojos, todavía no. Giró sobre si misma, sus manos recorrieron su cuerpo, su cara y su pelo. Estaba a gusto, hoy el Universo estaba decidido a darle el mejor amanecer de su vida. Se sentía bien consigo misma. Paz, sólo paz en la habitación. Dudosa, abrió los ojos, el reloj marcaba las 8:21; era temprano, y el Sol todavía no se atrevía a salir. El silencio reinaba sobre la casa entera, ni un coche o perro que ladrase. Se atrevió a mirar a la ventana y pensó. Se limitó a revivir y soñar despierta. Recordó la noche anterior, las horas que había pasado comiéndose la cabeza y cuanto deseaba tener las cosas claras. Pero esta mañana todo parecía más fácil, nada podía estropearlo. Observaba todo a su alrededor, le parecía surrealista, demasiado perfecto. Siguió inmóvil mirando la ventana, ausente, sin pestañear. Hasta que el ruido de una lluvia demoledora inundó la casa. No había nada que le gustara más que la lluvia. Parecía que el techo cedería ante tal chaparrón. Miró al techo, sonrió; de nuevo paz absoluta. La lluvia era el mayor regalo, necesitaba ver llover, giró la cabeza hacia la ventana, y lo que vio le pareció maravilloso. El sonido de la lluvia era voraz, sin embargo, la imagen que le daba su ventana era totalmente diferente. Las gotas creaban figuras atípicas y sugerentes. El cielo nublado le recordaba al invierno; bendito invierno. Qué bohemio parecía todo desde su cama. Era feliz y estaba tranquila. Se sintió afortunada por poder ver y sentir la lluvia desde su cama, caliente y acogedora, no quería que aquello se acabara. Una vez más todo era paz. La tranquilidad era absoluta y ella sonreía sin querer. Deseaba parar el tiempo, justo ahí, y recordar el mejor despertar de su vida. Casi sin darse cuenta, sus ojos se cerraron mientras disfrutaba de la hermosa mañana que el Universo le había regalado; y se durmió de nuevo. 
Mecida por los latidos de su corazón.