11.2.11

Roth.

Me gustaría contarte tantas cosas, tantos pensamientos, tengo tantas preguntas, tanto que decir. Son infinitas cosas las que se me ocurren, cosas que jamás habrías imaginado que sentía. Me conoces tan poco por dentro. Repito. Son incontables las cosas que me encantaría vivir. Volverme loca, sentirme como nunca antes. Quisiera salir a descubrir mundo, hacer cosas impropias de una niña que se dedica a sonreír por el miedo del qué dirán; de la que jamás se enfada, de la que no es capaz de hacer locuras, de la que no se atreve a nada. Porque esa niña tímida quiere dejar de serlo.
Son tantas barbaridades las que se le ocurren a mi retorcida mente. ¿Por qué no probar? ¿Por qué no decirlo todo? Porque siento que no le interesa a nadie. Sin embargo, ya es hora de que la muñeca de porcelana corra. Cosa que no hacía por el miedo a romperse.

1 comentario:

  1. ¿Y qué pasa si la muñeca se rompe?
    Sería mejor, más fácil; pasarías de ser ''frágil'' a ser fuerte. Inténtalo, no hay nada que perder.
    PD: Haz lo que tu mente te diga, no reprimas aquello que deseas.

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Cuando los árboles no dejan ver el bosque