18.1.11

socorro.

NO LO ENTIENDO, POR MÁS QUE LE DOY VUELTAS NO LO COMPRENDO.
¿Por qué narices he de sonreír a diario? ¿Por qué no puedo ni siquiera estar un día seria? 
¿Por qué no puedo dedicar mi tiempo a pensar?
¿POR QUÉ? 
¿Por qué he de estar alegre? ¿Por qué tengo que dar explicaciones?
REALMENTE NO LO ENTIENDO.
Una vez más la situación me supera, no, siempre el mismo teatro, no más por favor. Hay momentos en el día a día que no soporto ni a mi sombra. Lamentablemente existen personas que consiguen hartarme en cuestión de SEGUNDOS, siempre con preguntas estúpidas y malas contestaciones. Lo increíble es que siempre son las mismas; las que menos te esperas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Cuando los árboles no dejan ver el bosque